Los investigadores científicos son actores clave para dar respuestas a problemáticas como pandemias o crisis climática, aunque especialistas señalaron en diálogo con Télam que “la definición sobre qué ciencia queremos se tendría que elaborar en conjunto con toda la sociedad”.
La Argentina tiene más de tres personas que investigan cada mil habitantes económicamente activos, la proporción más alta de América Latina, y son actores clave para dar respuestas a problemáticas como pandemias o crisis climática, aunque especialistas señalan que “la definición sobre qué ciencia queremos se tendría que elaborar en conjunto con toda la sociedad”.
“La cantidad de investigadores que tenemos en el país tiene que ver con una trayectoria y con una historia muy importante de la ciencia argentina, fundamentalmente en el área médica, que se extiende hasta estos días”, indicó a Télam el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación, Daniel Filmus, en la víspera del Día del Investigador Científico, que se celebra cada 10 de abril.
Según un relevamiento realizado por su cartera, en 2020 había en el país unas 90.397 personas dedicadas a la investigación (incluyendo becarios/as), de las cuales 21.850 eran del Conicet y el resto de otras entidades públicas (universidades, Conae, Conea, INTI e INTA, entre otras) y privadas (universidades, organizaciones y empresas).
En ese año, la Argentina tenía 1.992 personas que investigaban cada millón de habitantes, según estimaciones del Ministerio.